La basura, un problema creciente en Bolivia
Año | : | 2019 |
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Autor/es | : | Alejandra Gonzales Rocabado |
El problema de la basura en Bolivia se encuentra lejos de una solución. Semanas atrás la ciudad de La Paz, experimentó problemas en el recojo de la basura por un deslizamiento en el relleno sanitario de Alpacoma. Éste evento sacó a la luz un problema que se va acarreando desde hace años, en Bolivia y el mundo.
Según el reporte del Banco Mundial, titulado “What a Waste 2.0” (2018), el mundo genera 2010 millones de toneladas de residuos sólidos municipales anualmente. Para tener una idea de lo que ésta cifra representa, la misma equivaldría en peso, a más de 14 millones de ballenas azules[1]. Toda ésta basura generada está “ahogando” los océanos, lagos, ríos, está obstruyendo los drenajes y causando inundaciones, transmitiendo enfermedades, aumentando las afecciones respiratorias por causa de la quema, está convirtiendo nuestro planeta en un basural. Y el panorama no es alentador, las estimaciones del reporte sugieren que esa cifra incrementaría a 3400 millones de toneladas de residuos sólidos para el año 2050.
En el caso de Bolivia, las cifras también han ido incrementando. Según informes del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, el 2016 Bolivia generaba aproximadamente 2 millones de toneladas de residuos sólidos al año, el equivalente a 5400 toneladas al día. De ésta cifra, según datos del INE (2017), más del 70% provenían exclusivamente de las 9 ciudades capitales y El Alto.[2] Comparado con los datos de generación de basura de éstas 10 ciudades para el año 2010, según datos del Diagnóstico de la Gestión de Residuos Sólidos en Bolivia, del Viceministerio de Agua Potable y Saneamiento Básico, la misma tuvo un incremento de más del 20%.
Asimismo, según el reporte “The global e-waste monitor 2017”, Bolivia genera 3.3 kg de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE)[3] por habitante. Lo cual equivale a 36 400 toneladas de RAEE al año. Si bien ésta cifra ubica a Bolivia muy por debajo de sus pares de América Latina, (México es el primero, generando 997 800 toneladas de RAEE y en términos per cápita, Uruguay se encuentra en primer lugar generando 10.8 kg por habitante), el panorama cambia cuando se consideran los ingresos del país.
El Banco Mundial (2012) afirma que mientras más desarrollado es un país, sus patrones de consumo incrementan la generación de residuos sólidos. Asimismo, existe una correlación positiva entre el nivel de ingreso per cápita y la generación de basura, es decir, a mayor ingreso, mayor generación de basura. (Andersen, Del Granado, Doyle, Valdivia., 2016).
Sin embargo, si comparamos la cantidad de RAEE que genera Bolivia según su nivel de ingreso, está muy por encima de lo esperado. Angola, genera la misma cantidad de RAEE, 3.3 kg por habitante, sin embargo su PIB per cápita es 23% mayor que el de Bolivia. Considerando los peligros al medio ambiente y a la salud humana que los desechos electrónicos generan, se deberían tomar medidas urgentes.
Por otro lado, según el Censo 2012, aproximadamente 43% de los hogares en Bolivia no cuentan con ningún servicio de recolección de basura. Por lo cual buscan maneras alternativas para la eliminación de su basura. Estás maneras incluyen: botar la basura en un terreno baldío o en la calle, botarla al río, quemarla, enterrarla u otra.
Figura 1. Forma de eliminación alternativa de la basura a nivel departamental
Fuente. Elaboración propia con datos del INE, Censo 2012
La Figura 1 muestra el porcentaje de hogares que no cuentan con un servicio de recojo de basura, por lo que usan alguna de las maneras alternativas señaladas anteriormente para eliminar su basura. Sin duda, el panorama es preocupante considerando que en siete departamentos más del 40% los hogares botan la basura en un terreno baldío, en la calle, al río, la queman, la entierran u otra.
Figura 2. Distribución de las formas de eliminación de la basura en Bolivia
Fuente. Elaboración propia con datos del INE, Censo 2012
La Figura 2 muestra que aproximadamente 42% de los hogares en Bolivia, eliminan su basura mediante formas alternativas ya que no cuentan con servicios de recolección de la misma o basureros públicos. Las formas alternativas más usadas son quema (23%), botar a la calle o a algún terreno baldío (7%) y botar al río (7%). Sin embargo, a pesar de que la cobertura del recojo de basura sea del 100%, el problema de la basura continuaría, ya que Bolivia apenas recicla el 4% de las 5400 toneladas de basura que genera al día.
Por otro lado, según datos del Diagnóstico de la Gestión de Residuos Sólidos (2010), de los residuos sólidos generados a nivel nacional, la fracción orgánica representa el 55,2%, la fracción reciclable (papel, plástico y vidrio) el 22,1%, y el 22,7% se considera como residuos no aprovechables. Lo que significa que aproximadamente 75% de los residuos podrían ser aprovechados (MMAyA, 2012). Además, según datos del INE (2017), 83% de los residuos sólidos provienen de los hogares, 10% de los mercados, 4% de la industria y mataderos, 2% de áreas públicas y 1% de hospitales. Lo que quiere decir que el cambio se encuentra principalmente en los hábitos y decisiones de los hogares, además de políticas que promuevan la reducción, re uso y reciclaje.
Ejemplos como los de Suiza y Suecia, los cuales llegan a reciclar o reusar más del 96% de sus residuos, muestran que la solución del problema de la basura está en nuestras manos. Ambos países, presentan una separación de la basura bastante exhaustiva, la misma que les ha permitido que mas del 90% de los envases de vidrio vuelvan a las fábricas para ser re usadas, generar energía mediante basura (Waste to Energy), e incluso llegar a importar residuos sólidos, entre otras.
Dado el panorama presentado en Bolivia, la problemática de la basura es bastante crítica y con tendencia a la alta. A pesar de que, ya no se vea basura en las calles, como en semanas pasadas en la ciudad de La Paz, no significa que el problema de la basura no continúe. Que el evento pasado en la ciudad de La Paz sobre el del relleno sanitario de Alpacoma, sea precursor para una gestión de políticas que conduzcan a un buen manejo de los residuos sólidos generados, tanto para el bienestar de la población, como del medio ambiente.
Bibliografía
Andersen, L., Del Granado, S., Doyle, A., Valdivia, M (2016). Basura. El ABC del desarrollo en Bolivia (Vol. 1). Institute for Advanced Development Studies INESAD.
Balde, C. P., Forti, V., Gray, V., Kuehr, R., & Stegmann, P. (2017). The global e-waste monitor 2017: Quantities, flows and resources. United Nations University, International Telecommunication Union, and International Solid Waste Association.
Banco Mundial (2012) What a Waste. Washington, DC: World Bank. [Base de Datos]. [En línea]. Disponible:http://siteresources.worldbank.org/INTURBANDEVELOPMENT/Resources/3363871334852610766/What_a_ Waste2012_Final.pdf
Diagnóstico de la Gestión de Residuos Sólidos en Bolivia (2011). Viceministerio de Agua Potable y Saneamiento Básico. Dirección General de Gestión Integral de Residuos Sólidos.
INE (Instituto Nacional de Estadísticas) (2017). Residuos sólidos en ciudades capitales y El Alto llegó a más de un millón de toneladas.
Kaza, S., Yao, L., Bhada-Tata, P., & Van Woerden, F. (2018). What a Waste 2.0: A Global Snapshot of Solid Waste Management to 2050. World Bank Publications.
MMAyA (Ministerio de Medio Ambiente y Agua) (2012). Guia de educación ambiental en la gestión integral de residuos sólidos. Dispoible en: https://redcompostaje.mmaya.gob.bo/files/biblioteca/04%20GUIAS%20MANUALES/202%20Gu%C3%ADa%20de%20Educaci%C3%B3n%20Ambiental%20en%20la%20Gesti%C3%B3n%20Integral%20de%20Residuos%20S%C3%B3lidos.pdf
[1] La ballena azul es el animal más grande del mundo, llegando a pesar hasta 140 toneladas.
[2] Según datos del INE (2017), la generación de basura de las 9 ciudades capitales y El Alto para el año 2016 fue de 1 426 989 toneladas anuales.
[3] La basura electrónica supone un verdadero peligro para el medio ambiente y la salud humana. Los mismos poseen componentes que contienen arsénico, cadmio, mercurio, plomo, entre otros, que producen enfermedades respiratorias y cutáneas o pueden ser cancerígenos. Al ser químicos, representan además un alto riesgo para el medio ambiente
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