Costos de la Deforestación en Bolivia

Costos de la Deforestación en Bolivia
Año : 2018
Autor/es : Alejandra Gonzales Rocabado

El incremento de la deforestación en Bolivia no solo implica fuertes impactos ecosistémicos, sino  también costos económicos. Los mismos pueden distinguirse según los servicios que proveen los bosques. Bolivia cuenta con poco más de 50 millones de hectáreas de bosque, característica que lo ubica como el séptimo país en el mundo en extensión de bosque tropical. Aproximadamente mitad del territorio boliviano está cubierto por bosques, ésta condición implica que los efectos de la deforestación a nivel ambiental y económico repercutan de gran manera en el país.

Estudios previos a 1990 mostraron que Bolivia era uno de los países con tasas de deforestación más bajas de la región, con una deforestación anual de 79.790 hectáreas al año para el periodo 1980-1990, lo cual significa que a nivel per cápita la tasa de deforestación anual era de aproximadamente 128  (Kaimowitz, 1997). 

Durante las últimas tres décadas, Bolivia se ha convertido en uno de los países más deforestados del mundo, en términos per cápita Bolivia es el cuarto país, con una deforestación anual de 400 . Asimismo, se estima que aproximadamente poco menos del 20% de la cobertura boscosa ha sido deforestada en el periodo 1990-2015 (Andersen y Branisa et al. 2016).[1]

Considerando la captura de dióxido de carbono, albergue a la biodiversidad y equilibrio hidríco que proporcionan los bosques, una deforestación de los mismos implica necesariamente costos económicos. Si bien el dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero natural y necesario para una temperatura “normal” del planeta, un incremento del mismo tiene grandes consecuencias. Entre ellas: aumento de la temperatura.

Andersen et al. (2016) estima que las emisiones netas de carbono provenientes del cambio de uso de la tierra en Bolivia incrementaron de 65 millones de toneladas al año en el periodo 1990-2000 a 93 millones de toneladas al año en el periodo 2000-2010. Éstas cifras corresponden aproximadamente a 10 toneladas de  por persona al año. Por otro lado, las emisiones en Bolivia de procesos industriales, aviación, energía, etc. llegan a 11.3 millones de toneladas el año 2004, correspondientes a aproximadamente 1.2 toneladas de  por persona al año. Esto nos dice que la deforestación es la causante del 90% de las emisiones nacionales de . (Bolivia. MMAyA, 2009).

El incremento de la temperatura implica costos de adaptación a esas nuevas condiciones de vida, entre los que destacan efectos en la producción agrícola, la productividad laboral, el uso de energía, entre otros. Por otro lado, se ha visto que los niveles de biodiversidad influyen en los servicios vitales de los ecosistemas y juegan un rol muy importante en el mantenimiento de muchos sistemas y procesos  fundamentales.

Watkinson (1997) sugiere que la resistencia a sequias y productividad incrementan con el número de especies en una comunidad. Asimismo, la caza, pesca, contribuyen en gran proporción al consumo de alimentos. Además, la biodiversidad tiene un rol muy importante en la agricultura a través de procesos de polinización y control natural de pestes. Así como  la regulación del suministro de agua, el control de la degradación de los suelos.

Bolivia se encuentra entre los doce países del mundo con mayor diversidad terrestre (Ibisch y Mérida, 2003). Estudios como el de Machicado et al. (2010) sugieren que una reducción de la biodiversidad tendría efectos negativos en el consumo de los habitantes, lo cual es plasmado en un costo económico por pérdida de biodiversidad.

Finalmente, se ha visto que la relación entre el ciclo hidrológico y los servicios ambientales provenientes de los bosques son más importantes de los que se pensaba (CIFOR 2017). Davidson et al. (2012) afirman que la deforestación ocasiona una disminución de las lluvias y un incremento a la frecuencia de sequías. Un árbol de un bosque tropical es capaz de transferir hasta 500 litros de agua por día a la atmósfera vía evapotranspiración, por ejemplo en el caso del amazonas, los millones de árboles existentes, transfieren 7400  de agua a la atmósfera por año. Esa es más agua que la ciudad de Nueva York consumiría en 4500 años (Salati y Nobre 1991).

En Bolivia, gran porcentaje del abastecimiento de agua, tanto para consumo de los hogares, riego de los cultivos, generación hidroeléctrica, entre otros, dependen de la lluvia. Al verse éste ciclo afectado, trae grandes consecuencias para la economía y el bienestar de la sociedad. (Strand, 2015) (Calvo, 2014)

En síntesis, el incremento de la deforestación en Bolivia tiene serias consecuencias tanto medio ambientales como económicas. Un desequilibrio de los servicios ecosistémicos que brindan los bosques en captura de dióxido de carbono, albergue a la biodiversidad y equilibrio hídrico implican costos para la economía del país.

  1. Andersen LE, Branisa B, Canelas S (2016) Quemas y Chaqueo. El ABC del Desarrollo en Bolivia (pgs 190-200).
  2. Andersen LE, Doyle AS, del Granado S, Ledezma JC, Medinaceli A, Valdivia M, et al. (2016) Net Carbon Emissions from Deforestation in Bolivia during 1990-2000 and 2000-2010: Results from a Carbon Bookkeeping Model.
  3. Bolivia, Estado Plurinacional de. MMAyA, Ministerio deMedio Ambiente y Agua. Viceministerio de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Climático. Programa Nacional de Cambio Climático (2009) Segunda Comunicación Nacional del Estado Plurinacional de Bolivia ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. La Paz.
  4. Calvo, N (2014) Análisis de los cambios en la demanda hídrica y el índice de escasez del agua. Andersen L. E  & Jemio, L.C, La dinámica del cambio climático (181-211) La Paz, Bolivia. Fundación INESAD.
  5. CIFOR (2017). Más allá del carbono: Salvar los bosques para no quedarnos sin agua. Obtenido de http://blog.cifor.org/48968/mas-alla-del-carbono-salvar-los-bosques-para-no-quedarnos-sin-agua?fnl=es
  6. Davidson EA, de Arau´jo AC, Artaxo P, Balch JK, Brown IF, Bustamante MMC, Coe MT, DeFries RS, Keller M, Longo M, Munger JW, Schroeder W, Soares-Filho BS, Souza CM Jr, Wofsy SC (2012) The Amazon basin in transition. Nature 481:321–328. doi:10.1038/nature10717
  7. Ibisch, P. L. y Mérida, G. (2003) Biodiversidad: La riqueza de Bolivia. Estado de conocimiento y conservación. Editorial FAN, Santa Cruz de la Sierra.
  8. Kaimowitz, D. (1997). Factors determining low deforestation: the Bolivian Amazon. Ambio, 26(8), 537-40.
  9. Machicado, C. G., B. Muriel y L. C. Jemio. 2010. “Aporte de los servicios ecosistémicos silvícolas a la economía boliviana.” Documento de Trabajo sobre el Desarrollo Nro. 12/2010. La Paz, Bolivia: Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo.
  10. Salati E, Nobre CA (1991) Possible climatic impacts of tropical deforestation. Clim Change 19:177–198
  11. Strand, J., Toman M.A., (2015) Economic Valuation of Changes in Amazon Forest Area Project Document Covering Six Project Elements. Development Research Group, Environment and Energy Team (DECEE)  The World Bank.
  12. Watkinson A. R. (1997) Biodiversity: and ecological perspective, in Tim O´Riordan (ed) Economics of Biological Resources and Biodiversity: summary of a seminar, CSERGE, School of Environmental Sciences, University of East Anglia.
 

[1] Botsuana pierde 686, Paraguay pierde 459  y Namibia que pierde 407 . (Promedio para el periodo 1990-2015 según la FAO (2015))




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